Ésta es la carta que yo quisiera poder escribirte.
En este momento estamos en una lucha; una lucha compuesta de peleas, silencios, reclamos …
Yo necesito esta lucha. No te lo puedo explicar mejor porque no tengo palabras para hacerlo y si te lo explicase, no tendría sentido alguno.
Pero necesito esta lucha; la necesito desesperadamente.
Necesito odiarte ahora y necesito que tú sobrevivas a mi odio y a la rabia que te hago sentir.
Necesito esta lucha aunque la odio a ella también.
No importa de qué se trate: mi hora de llegada, los deberes, la ropa sucia, mi cuarto desordenado, el móvil, el salir, el quedarme en casa, mi novio, mi novia, no tener amigos, tenerlos y que sean mala influencia …
No importa el tema, yo necesito luchar contigo y necesito que tú reacciones a ello y te enfrentes conmigo.
Desesperadamente, necesito que sostengas el otro lado de la cuerda; que la sostengas con fuerza mientras encuentro como sostenerme en este nuevo mundo en el que siento estoy entrando.
Antes yo sabía quién era, quién eras tú, quienes éramos “nosotros”, pero ahora no lo sé.
Ahora estoy buscando mis contornos, y a veces, la única forma de encontrarlos es provocándote.
Cuando empujo todo lo que soy capaz, encuentro mi contorno, tropiezo con un límite y es ahí donde siento que existo, y por un minuto puedo respirar.
Sé que añoras el/la niñ@ que fui, y a veces tu añoranza es demasiado dolorosa para mí ahora.
Yo necesito esta lucha y necesito ver que no importa lo malos o grandes que sean mis sentimientos; a ti, no te van a destruir.
Necesito que me quieras aún en mis peores momentos; aún cuando parezca que yo no te quiera a ti.
Necesito que te ames y me ames por l@s dos ahora.
Sé que es horrible que te etiquete de mal@.
Yo me siento de la misma manera por dentro, pero necesito que tú lo toleres y que busques la ayuda de otros adultos, porque yo no puedo ahora.
Si quieres reunirte con todos tus amigos y tener una reunión “sobreviviendo a mi hijo adolescente” está bien; si necesitas hablar a mis espaldas, no me importa.
Pero no me des por perdid@. No te rindas en esta lucha; la necesito.
Esta es la lucha que me enseñará que mi sombra no es más grande que mi luz.
Esta lucha me enseñará que los sentimientos malos u oscuros no suponen el final de una relación.
Esta lucha me enseñará a escucharme, aún cuando pudiera decepcionar a los demás.
Y esta lucha en particular, llegará a su fin. Como cualquier tormenta, se calmará.
Y yo olvidaré y tu olvidarás. Y regresaré. Y necesitaré que tú tomes la cuerda de nuevo.
Yo te necesitaré a ti del otro lado, cuando esto termine, por muchos años.
Sé que no hay satisfacción inherente en este trabajo tuyo de ser padre (madre), y lo más seguro es que yo no te lo agradeceré por hacerlo, o que recibas reconocimiento por mi parte.
Muy por el contrario, probablemente te criticaré por todo el trabajo difícil que realizas, y me parecerá que nada de lo que hagas es suficiente; y aún así cuento enteramente en tu habilidad de mantener esta lucha.
NO importa cuánto te discuta. NO importa cuanto te insulte. No importa qué tan silenciosa sea esta lucha.
Por favor no sueltes el otro lado de la cuerda; no dudes que estás haciendo el trabajo más importante que alguien pudiera hacer para mí en este momento.
Con amor … Tu adolescente.