Yo durante mucho tiempo odié la Navidad. Era el grinch número uno y no veía que lo que odiaba no era más que un reflejo de aquello que tenía dentro.
Todos los problemas personales y familiares sin resolver que escondía durante el año salían a flote aderezados con tráfico y 76 cosas que hacer en cuanto sonaba el jinglebells.
El problema no es la temporada, el problema está dentro de ti y la incomodidad que sientes en éstas fechas no es más que un aviso de que tienes trabajo pendiente.
Aquí hay dos opciones. Una es beberte, comerte y bailarte la incomodidad y dejar pasar la oportunidad a ver si el próximo año es tan insoportable que la tengas que resolver.
La dos es, resolver, sanar y disfrutar las fiestas con la mente, el cuerpo y la vida en paz. ESE ES EL ÚNICO PASO QUE NECESITAS DAR y para dejarte pensando, te comparto éste video.
Recuerda que cada problema no es otra cosa que una oportunidad.
Besos,
Elena Santos