Como tengo un chorro, me fui a Chapultepec en busca del regalo perfecto para toda la pipiolera.
Después de recorrer varios puestos, cumplí mi cometido y encontré lo que buscaba. Nueve máscaras de los power rangers, todas de diferentes colores y por cinco pesos más me llevé la capa.
Encantada de la vida con mis dotes de personal shopper me regresé a mi casa y envolví con todo cariño mis finísimos presentes, pensando en cuanta felicidad iba yo a regalar.
Por fin llegó el momento culminante de abrir los regalos y como el árbol estaba lleno de mis paquetitos, rápidamente salió el primero y era de Elena para Pablito.
Cabe mencionar que Pablito era el niño más encantador del mundo y hoy, que ya es todo un señor casado, sigue siendo una chulada de persona.
Pues bien, Pablito abrió su maravilloso presente con toda calma mientras yo moría por ver su cara. La verdad es que mi visita a Chapu en domingo fue bien recompensada con la sonrisa más primorosa.
Como todo un power ranger se puso su máscara y su capa como rayo y ya en carácter dijo 4 palabras que me hicieron la noche, el mes y hasta el año; dijo:
JUSTO LO QUE NECESITABA
Esas cuatro palabras eran justo lo que yo necesitaba para darme cuenta que lo que sea que das es a ti mismo a quien se lo das.
Hoy quiero desearte con todo mi corazón que llegue la palabra, la experiencia, la persona, el abrazo, la sonrisa o lo que sea justo lo que necesitabas en tu camino.
Gracias por leerme y por compartir conmigo un año más, eso es justo lo que necesitaba para dar sentido a mi vida.
Muchas bendiciones,
Elena Santos