Este día se trata del amor. Miles de globos, cartas, tarjetas, dulces, chocolates y regalos se intercambian para darle una forma tangible a algo que la verdad no entendemos del todo.
¿Qué es el amor?
Claramente el amor no es los corazoncitos que nos invaden en estas fechas ni las cursilerías que vienen en las tarjetas, ni lo que yo siento por Chayanne.
Para mi el amor es una energía. Una energía tan poderosa que le da congruencia y cohesión a todo lo que existe y lo que es. Una fuerza que pone en orden perfecto al cosmos y que le permite a mi cuerpo funcionar con una precisión milimetrica sin que yo esté siquiera consciente.
Esta energía tiene una sola condición para existir y es que no tiene condiciones. El amor ordena, crea y existe sin condiciones, siempre. Es incondicional.
Así que, si aplicamos ésta incondicionalidad del amor a nuestros seres queridos, necesitamos distinguir que los amamos por lo que son y no por lo que hacen. De otra manera, mantenemos con ellos un acuerdo en el que ellos hacen lo que nosotros queremos y a cambio los aprobamos y eso no es amor.
¿Eso querría decir que para amarlos tengo que aprobar todas las barbaridades que hacen?
Noooooooooooo las barbaridades las haces notar y pones límites. Hasta te puedes enojar, alejarte y terminar la relación, pero el amor está por encima de la acción. Lo amas porque es un ser de luz igual que tú y haga lo que haga eso no va a cambiar.
Quiero que sepas que ésta conclusión que te acabo de compartir me ha quitado una cantidad enorme de culpa, de resentimiento y de dolor. Hoy amo a mis semejantes por lo que son y no por lo que hacen y ¿tú realmente amas a los demás?
Saludos amorosos,
Elena Santos