Poco a poco me voy haciendo a la idea pero la verdad es que estoy muuuuuuy triste. Tan triste que de pronto caigo en la tentación de hacer el bypass espiritual.
De meditar, afirmar, tappear o recurrir a cualquier otra herramienta espiritual que disfrace éste gran dolor. De brincarme la tristeza y fingir que todo está bien. De evadir y dejar de sentir.
Si, creo que la mayoría de nosotros somos culpables de querer tapar el dolor con diferentes cosas, ya sea comida, bebida, cigarros, compras, dinero, juicio…
Tú sabrás, cada quien sus vicios. Lo importante es no sentir, brincar el dolor y tomar el control para que todo esté bien.
En esta cultura de Instagram en la que vivimos, resulta que todo tiene que estar divino siempre y eso es completamente falso.
La vida no es así. Somos seres espirituales viviendo una experiencia material y en espíritu todo es pleno, perfecto y completo, pero en materia hay dualidad.
Amor, miedo, placer, dolor, alegría y tristeza. Eso es lo normal y si quiero vivir en materia pleno, perfecto y completo, me estoy perdiendo de toda una gama de emociones que enriquecen la experiencia del cuerpo.
Cuando evado mis emociones a través del método que quieras, aún del bypass espiritual, lo único que hago es diluirlas y hacer que lo que siento sea más leve pero más largo. Las estiro como chicle.
Por el contrario, cuando me doy permiso de vivirlas. Cuando lloro la ausencia de mis hijas, lo vivo intenso pero más corto.
Mi maestra de Un Curso de Milagros dice que las emociones son como visitas en tu casa. Las recibes, las atiendes, pero no se adueñan de tu hogar.
En el fondo sabes que tu Ser, tu alma, tu espíritu o como lo quieras llamar es el único dueño. Las emociones son sólo visitas y las puedes vivir en paz. Finalmente se van a ir.
Así que, si estas pasando como yo, por un período difícil y triste, recibe a la tristeza, atiéndela y déjala ir.
Finalmente sentirse triste ante el nido vacío o cualquier otra pérdida, es congruente y quiere decir que mis emociones son coherentes y están bien conectadas. Que soy sensible y que estoy en materia pero bien consciente.
Bueno pues una vez esto dicho, me voy a mi rincón a atender a mi visita y echar una buena lágrima, total plena, perfecta y completa soy.
Muchas bendiciones para ti,
Elena Santos
P.S. Se reciben abrazos, besos, apapachos, palabras de consuelo, flores, bombones y chocolates. La materia los necesita.