También me puse a pensar, ando muy pensadora, que muchas de las grandes tormentas, de los peores pleitos y mis terribles sufrimientos han pasado sólo en mi cabeza.
Yo solita me los he inventado, yo solita, con mi mente loca que se pone ruda cuando las cosas van bien. Pareciera que cuando todo está maravilloso, cuando todo fluye, a mi mente le encanta clavarse en los más tenebrosos presentimientos.
¿Pero pooooooor?
Pues averiguando, porque ya sabes que soy curiosa, me encontré un estudio de Brené Brown en donde explica como el cerebro humano está cableado hacia el miedo para poder preservar el cuerpo.
Por lo que, cuando estoy experimentando un gozo, me siento vulnerable y al sentirme así, el cerebro empieza a fabricar pensamientos de pánico para defenderte de cualquier tigre que esté al acecho en medio del periférico.
Ya se, es completamente absurdo, pero así estas hecho para preservar la especie.
Antes de que vayas a presentar tu queja con el patrón, déjame te digo que hay un antídoto para esto. Si señor, el patrón lo hace bien después de todo.
El antídoto para éstos pensamientos de terror que nos atormentan en nuestras cabecitas locas, tiene 7 letras, empieza con G y termina con RACIAS.
Así mero, el agradecimiento te saca del pozo y te lleva al gozo.
Cuando entren estos presentimientos horrorosos, centra tu mente en agradecer todas estas maravillas que estas viviendo. Da las gracias una y otra vez disolviendo poco a poco el terror y entrando al amor. Que chulo verso me salió.
Pruébalo, de verdad funciona y a punta de gracias, quitarle el pelo a la sopa.
Salud, luz y bendiciones,
Elena Santos