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¡PIEDAD!
Paso del susto al pánico, al enojo, a la risa al terror, al amor y vuelvo a empezar.
Mi mente va a millones por segundo y necesito que me deje un ratito en paz para definir que quiero hacer.
Así que recurriendo a mi baúl de conocimientos me acordé de estos tres pasos para aquietar la mente y te los comparto por si tú como yo necesitas espacio para pensar sensatamente.
1. Observa el pensamiento sin juicio
Como si fueras un extraño, observa la avalancha de pensamientos, sin clasificarlos, ni catalogarlos, sólo como algo que va pasando por tu mente sin más.
2. Déjalo ir sin engancharte
Desde esa observación no hagas más historias y sólo déjalo ir. No añadas más y permite que se vaya sin identificarte con él. Tú no eres tu mente, eres mucho más que una mente y no todo lo que pasa por ella es verdad así que a soltar.
3. Mantente presente
Todo lo que estás pensando son sólo supuestos, no están pasando. Son recuerdos del pasado o proyecciones al futuro. No son reales. Lo único real es el presente. Enfócate en él, mantente ahí. Pon todos tus sentidos en lo que estás haciendo en éste momento.
Créeme, si lo haces funciona. Prueba y me cuentas.
Todas las bendiciones,
Elena Santos