47 días del 2021. Así se va la vida y sabes que yo hace mucho, muchísimo pensaba que cuando llegara el año 2000 iba a tener 32 años e iba a ser una total ruca.
¡Ay pero qué ingenua es la juventud!
En fin, desde mi vetusta edad en el 2021, ya no me sorprende tanto la cantidad de años vividos, sino más bien la calidad que he puesto en ellos.
Ora si que como dicen los viejitos, a mi edad, ya no tengo tiempo para andar desperdiciando en cosas, personas, eventos, situaciones o anexas, que no me muevan, enseñen, alegren o plazcan. Ya bastante ruda es la vida solita como para elegir tormentos adicionales.
Así que, una de las cosas de las que presindo absolutamente es de la preocupación. Me parece que preocuparse es un desperdicio de vida y ya vimos que no me queda tantísima.
¿Qué cómo le hago?
Me hago consciente de varias cositas que para mi son verdades.
Primero
Yo creo que lo que es, ES, no hay forma de cambiarlo, por lo tanto, hago lo que está en mis manos y suelto lo que no, aceptando.
Segundo
Sé que mientras más pronto acepte, más en paz estoy, así que dejo que los berrinches pasen rápido y después acepto.
Tercero
Pienso seriamente que el hoy es el mañana que tanto me preocupaba ayer y me pregunto si valió la pena. Como la respuesta es no, pues me ocupo de algo más.
Cuarto
Me digo el dicho que mantuvo feliz a la abuela del Pedris y que dice «si tu mal tiene remedio para que te preocupas y si no tiene remedio para que te preocupas»
Quinto
Elijo la paz, por sobre todas las cosas elijo estar en paz y no me doy el lujo de pensar tarugadas.
Espero que estas cositas que para mi son verdades, lo puedan ser también para ti y que vivamos en paz, porque preocuparse es insoportablemente inútil.
Muchas bendiciones de paz,
Elena Santos
