¿TE CUESTA PONER LÍMITES? LEE ESTO…

¿TE CUESTA PONER LÍMITES? LEE ESTO…

Te he de confesar que a veces me cuesta poner límites, a mi y a los demás. Me da pena, siento que estoy exagerando y paso de mi para no tener que poner las cosas en su lugar.

Por eso, cuando leí éste texto anónimo del muro de mi amiga Anna Sylvia, descubrí la importancia que tiene dejar de ser pasiva, servil, indiferente y cobarde, y poner límites inteligentes y productivos, para enseñar así, desde el amor.

¡Disfrútalo! 

Besos no en el espejo,

Elena Santos

En un Instituto estaba ocurriendo una situación inusitada. Las alumnas usaban lápiz labial y todos los días besaban el espejo del baño.

Limpiar las marcas de lápiz labial era todo un problema.

El director estaba bastante molesto, porque la señora de la limpieza tenía un trabajo enorme para limpiar el espejo al final del día.

Cada día, en la tarde, estaban las mismas marcas de lápiz de labios.

Un día el director juntó al grupo de alumnas en el baño y les explicó pacientemente que era muy complicado limpiar el espejo con todas aquellas marcas que ellas hacían.

Fue una charla que duró una hora.

Al día siguiente, las marcas de lápiz labial en el baño reaparecieron.

El director juntó nuevamente al grupo de alumnas pero esta vez con la señora de la limpieza presente en el baño y le pidió que demostrara la dificultad del trabajo de limpieza.

La señora, inmediatamente, agarró un paño, lo mojó en el agua del fondo del inodoro y lo pasó por el espejo.

¡Nunca más aparecieron las marcas en el espejo!

Moraleja: Hay Profesores y hay educadores.

Comunicar es siempre un desafío

A veces, necesitamos usar métodos diferentes para alcanzar ciertos resultados.

¿Por qué…?

Porque LA BONDAD que nunca reprende NO es Bondad:es Pasividad.

Porque LA PACIENCIA que Nunca se agota NO es Paciencia:es Servidumbre

Porque LA SERENIDAD que nunca se rompe NO es Serenidad:es Indiferencia

Porque LA TOLERANCIA que nunca replica NO es Tolerancia:es cobardía

«EL SABER LO APRENDEMOS CON LOS LIBROS, LA SABIDURÍA SE APRENDE

CON LA VIDA»

 

Elena Santos