Tú no estás para saberlo, pero yo he tenido relaciones super tóxicas durante muchos años de mi vida.
Antes yo decía que los otros eran personas tóxicas, pero la verdad es que, si bien, puede ser que los otros tuvieran lo suyito, egoístas, narcisistas, alcohólicos, adictos, ególatras, eso no lo podía yo cambiar, la que hacía la relación tóxica era yo en realidad.
Antes de que respingues te voy a explicar porque.
Tóxico según el diccionario:
Cualquier sustancia, artificial o natural, que posea toxicidad. Es decir, cualquier sustancia que produzca un efecto dañino sobre los seres vivos al entrar en contacto con ellos.
Eso quiere decir que el daño está en el contacto, no en la persona per se. Osea queeeeee, el problema no era el otro, el problema era el contacto que YO tenía con el otro.
Ahí estaba mi capacidad de responder, mi responsabilidad.
Una vez que caí en la cuenta de esto, la vida fue generosa y me puso en contacto con la teoría de la habitabilidad y ahí encontré la solución para esos contactos tóxicos que me envenenaban.
¿Qué dice esa teoría?
Es una teoría científica que se aplica a las relaciones y dice así:
Cuando se busca vida en otros sistemas, tratan de encontrar una estrella parecida al Sol. Una vez que la localizan, buscan un planeta que esté mas o menos a la misma distancia de lo que esta la Tierra del Sol y en ese planeta comienzan a buscar vida.
Esa es la zona de habitabilidad, una zona en donde puede haber vida similar a la nuestra.
Aplicando ésta idea a las relaciones humanas, la persona «tóxica» sería el Sol y yo soy un planeta. Si quiero que mi relación pueda ser habitable, tener vida, necesito situarme mental, física y emocionalmente a una distancia adecuada del Sol, «el tóxico».
Si estoy demasiado cerca me voy a quemar, demasiado lejos a congelar.
Necesito encontrar el espacio adecuado para mi, de acuerdo a mis propias heridas, en donde situarme, tan cerca o tan lejos como lo requiera para estar en paz.
Cuando tomo yo las riendas de la relación y dejo de ser la víctima del «tóxico», cuando entiendo donde ponerme física, mental y emocionalmente para dejar de contaminarme, se acaba la relación tóxica.
Por queeeeeee, según el diccionario: Ninguna sustancia química puede ser considerada no tóxica, puesto que cualquier sustancia, incluso el agua o el oxigeno, es capaz de producir un efecto tóxico si se administra la dosis suficiente. Esto queda representado en la famosa frase de Paracelso «sólo la dosis hace al veneno».
Espero que encuentres tu zona de habitabilidad y puedas estar en paz,
Bendiciones miles,
Elena Santos