Fíjate nada más que el jueves fue mi cumpleaños. Sí, cumplí 53 años y a mi venerable edad, una de las cosas más importantes que he aprendido es queeeeeee:
Si quiero que todo marche bien necesito primeritzimo y antes que nada amarme, ponerme primero yo.
Aha, así es.
Durante muchos, muchos años lo supe en mi mente, pero me costaba mucho trabajo ponerlo en practica porque confundía el amor propio con el egoísmo y a mi me dijeron muchas muchas veces que ser egoísta era lo peor que podía yo hacer en la vida.
Ahora, con mis muchos años se que, definitivamente no es lo mismo.
El egoísmo, como la palabra lo dice viene de una necesidad del Ego. El ego es la parte de nuestra mente que nos dice como nos llamamos, cuantos años tenemos, a que nos dedicamos. Es la parte que nos separa del todo, de la Unicidad.
El ego está diseñado para cuidar lo único vulnerable que tenemos que es el cuerpo, por lo tanto siempre funciona en modo miedo, porque nos está cuidando de cualquier peligro.
Por lo tanto, el ego tiene una enorme necesidad de hacerse más que los demás y ve enemigos en todos lados para protegernos.
El amor propio en cambio, viene del amor y me dice que soy una con el todo y que no hay nadie que sea más o menos que yo.
Cuando entiendo esto, entiendo mi parte espiritual y me cuido, cuido mi mente, cuido mi cuerpo, honro mis pensamientos y me pongo primero desde un profundo amor hacía los demás para yo estar bien y poder así, cuidar a los demás.
La diferencia es enorme, pero si lo ves desde este lugar puedes saber que si tú estas bien, todos están bien.
¿Qué opinas, te hace sentido?
Muchas bendiciones,
Elena Santos