Hoy es un martes X, un martes como cualquier martes, nada importante, nada especial y sin embargo no hay un martes como cualquier otro martes.
Cada martes es único y cada miércoles también, igual que los jueves.
Y cuando me hago consciente de esto, la vida ordinaria se vuelve extraordinaria.
Por eso ésta hermosísima oración que me pasaron a propósito del Año Nuevo judío me encantó porque habla de la magia de esta vida ordinaria.
Que tu vida sea, en consciencia, extraordinariamente ordinaria.
Bendición para Rosh Hashana
Que tus despertares te despierten.
Y que al despertarte, el día que comienza te entusiasme.
Y que jamás se transformen en rutinarios los rayos del Sol que se filtran por tu ventana en cada nuevo amanecer.
Y que tengas la lucidez de concentrarte y de rescatar lo más positivo de cada persona que se cruce en tu camino.
Y que no te olvides de saborear la comida, detenidamente, aunque «solo» se trate de pan y agua.
Y que encuentres algún momento durante el día , aunque sea corto y breve, para elevar tu mirada hacia lo Alto y agradecer, por el milagro de la salud, ese misterio y fantástico equilibrio interno.
Y que logres expresar el amor que sientes por tus seres queridos.
Y que tus brazos, abracen.
Y que tus besos, besen.
Y que los atardeceres te sorprendan, y que nunca dejen de maravillarte.
Y que llegues cansado y satisfecho al anochecer por la tarea satisfactoria realizada durante el día.
Y que tu sueño sea calmo, reparador y sin sobresaltos.
Y que no confundas tu trabajo con tu vida, ni tampoco el valor de las cosas con su precio.
Y que no te creas más que nadie, porque, solo los ignorantes desconocen que no somos más que polvo y ceniza.
Y que no te olvides, ni por un instante, que cada segundo de vida es un regalo, un obsequio, y que, si fuésemos realmente valientes, bailaríamos y cantariamos de alegría al tomar conciencia de ello.
Es un pequeñísimo homenaje al misterio de la vida que nos acoge, nos abraza y nos bendice
Bendiciones a ti,
Elena Santos