ENTRENA A TU MENTE PARA QUE DEJE DE PENSAR TARUGADAS

ENTRENA A TU MENTE PARA QUE DEJE DE PENSAR TARUGADAS

Déjame te platico que yo he sido la peor meditadora de todas, mi mente divaga, tengo miles de pensamientos y con todo y todo, doy clases de meditación.

¿Sabes por qué?

Porque hacerme cargo de la vocecita que vive entre mis dos orejas me ha dado una enorme paz.

Yo te he de confesar que tenía una voz terrorista en mi cerebro, una voz que siempre andaba sobre pensándolo todo, peleándose horas, en rings imaginarios, sólo para tener la razón. En fin, que me la pasaba haciendo escenarios terroríficos que jamás pasaban.

Una atormentación terrible todo el día, a todas horas, que a veces tampoco me dejaba dormir.

Así que, cuando descubrí como hacerle para educar a esa master mind del mal y convertirla en una herramienta para crear, lo tenía que compartir con el mundo y de ahí surgieron los talleres de meditación.

Pero como soy retecompartida, también lo voy a compartir contigo, aunque no estés en taller.

El secreto para mantener la mente en paz es darle algo que hacer. Como a los niños chiquitos guerrosos, pero bien listos, que terminan antes la actividad y hay que ponerlos a borrar el pizarrón y ver si ya puso la marrana.

La mente necesita una ocupación, necesita hacerse cargo de algo que la entretenga mientras tú estás en cosas más importantes como vivir en paz.

Cada quien tiene formas diferentes de entretener a la mente, a mi me gusta contar, contar mis respiraciones, en múltiplos de 7 y poner toda mi atención en ello.

Eso me aleja de la catarata de pensamientos, corta de tajo el que me enganche con la siguiente barbaridad que crea mi mente y me da paz.

Ahí está el asunto, en no enrollarme con el siguiente pensamiento y entender que a mi mente le encanta andar tarugueando.

Así de simple, cuando la master mind del mal toma el control, observo el pensamiento, lo dejo ir y me pongo a contar y como eso lo puedo hacer en cualquier lugar y a cualquier hora, es mi salvavidas para dejar de pensar tarugadas.

Espero que te sirva tanto como a mi y si no, cuando menos te vas a aprender la tabla del 7.

Bendiciones miles,

Elena Santos