Pues se acabaron las vacaciones. Los niños a la escuela y los papases a trabajar. Así la vida, aunque queda esta parte de tristeza, de melancolía de lo que termina.
Para algunos es una nostalgia y para otros una verdadera tragedia.
Esto me pone a pensar como muchas veces vivimos para el fin de semana. Vivimos para la vacación. Vivimos para el puente.
La vida no es eso, la vida es la cotidianidad del día a día.
Porque la vida va pasando mientras estás esperando a que llegue ese puente, mientras estás esperando la vacación y cuando te das cuenta se te fue y no la viviste.
Yo creo que tú igual que yo, nos merecemos una vida de la cual no deseemos escapar todo el tiempo. Una vida en la que nos sintamos a gusto, una vida en la que estemos felices, realizados, con sentido.
Si tu vida no es así, hoy sería una excelente oportunidad para pensar qué puedes hacer, qué esta en tu mano, para cambiar. Qué pequeño paso puedes dar para que tu vida se convierta en la vida que mereces, para que los lunes sean de sonrisa y no de drama.
Porque, de verdad, de verdad, de verdad, te mereces una vida de la que no quieras escapar.
Todas las bendiciones para ti,
Con amor,
Elena Santos