ESCOGE TU DIFÍCIL

ESCOGE TU DIFÍCIL

Tu no estás para saberlo, pero desde hace muchos, muchos años, yo hago un programa muy riguroso de ejercicio todos los días.

Sí señor, seis días a la semana, yo sudo la gota gorda y me encantaría decirte que me es muy fácil, que lo disfruto, que me levanto de la cama como un resorte y salgo disparada al gimnasio.

Peeeeeeeero no es así, la verdad es que todos y cada uno de los días la sufro, sufro, sufro. Ando buscando pretextos para ver quién quiere platicar conmigo y distraerme otro ratito o se me ocurre hacer 180 cosas que llevaban días o a veces semanas sin hacerse, pero justo antes de bajar al gimnasio es el momento perfecto de lo que sea con tal de no ir a hacer el ejercicio.

A pesar de todo, llevo muchísimos años haciéndolo y sabes por qué. Porque me amo y el ejercicio me da paz, mental, física y emocional.

Así mero, el sudor, apacigua a mi muy muy muy inquieta mente. Que es todo un perro en azotea al que le uuuuuurgeeeeee que lo cansen y mucho.

Tener la mente a mil es difícil, sudar a chorros es difícil, yo escojo mi difícil.

Para mí es mucho más difícil lidiar con un día de mente loca, que dejar de lado los pretextos y bajarme a mover el cuerpo.

Y el gimnasio se ha pasado a la vida. Antes de hacer, comer, beber, comprar, decir, yo pienso:

-Esto que voy a hacer, comer, beber, comprar, decir, me va a llevar a amarme más a mí misma o por el contrario es un placer momentáneo que va a sacrificar la satisfacción a largo plazo.-

A veces escojo el buen difícil, a veces no, pero siempre trato de hacerlo con la consciencia de que YO SOY LA PERSONA MÁS IMPORTANTE EN MI VIDA y mi bienestar permea a todos los que amo.

Amarte bien es tener esta consciencia.

¿Tú te amas con lo que haces, lo que dices, lo que compras, lo que piensas, lo que comes?

Escoge tu buen difícil,
Fuerza, fuerza, fuerza,

Elena Santos