-¿A ver María José tu quieres ser feliz o tener la razón?
Y con toda honestidad me dijo;
-¡¡Es que a mi tener la razón me hace feliz!!
En ese momento me cayó el veinte de que todas las calamidades en las relaciones humanas vienen justo de esa premisa. De la creencia de que tener la razón te hace feliz.
Desde los pleitos más intrascendentes en el patio del recreo, hasta las guerras atómicas se dan porque alguien quiere tener la razón.
¿Y por qué tengo esa necesidad enorme de tener la razón, por qué me puedo quedar horas en discusiones bizantinas sólo para que el otro reconozca que está mal y yo estoy bien?
Porque en el fondo me siento menos, si señor, me siento menos y tengo que demostrar mi fuerza, mi poder, mi talento.
Voy por la vida gastando toneladas de energía para demostrar que si soy lo suficientemente buena y ¿qué crees? no hace falta.
No hace falta, primero porque nadie se fija, todos están super ocupados tratando de tener la razón y segundo porque ¡¡ya eres lo suficientemente bueno!!
Si puedo cambiar mi mirada del miedo al amor me voy a dar cuenta que la creación es perfecta y que todos, si señor, todos somos iguales en esencia.
Así que repite después de mi YO NO SOY MEJOR QUE NADIE Y NADIE ES MEJOR QUE YO.
Mucha luz y bendiciones,
Elena Santos
PD ¿sí o no tengo razón?