Así que, desde ayer en miles de hogares mexicanos se preparo el sacrosanto jugo verde mañanero. Agüita milagrosa que entre babas de nopal, baja el colesterol, quema grasa, sube las defensas y nos mantiene sanos y bellos. Ahora bien que si eres valiente, también le echas tantita espirulina y ya te queda como agua del pantano de Shrek que te cura todo mal, mejor que el mezcal.
Te he de confesar que yo lo odio y me lo brinco olímpicamente, por lo que el mensaje que me compartió una alumna del 42M me encantó y lo pongo en practica de ya.
¡¡Léelo y que muera el jugo verde!!
Muchas proteínas, antioxidantes y omegas de mi para ti,
Elena Santos
La salud no siempre viene de los genes o los buenos hábitos, la mayoría de las veces se genera desde la paz mental, la paz en el corazón y en el alma. Viene con la risa, la aceptación genuina hacia uno mismo y a los demás, viene con el amor y el cuidado que recibimos de nosotros mismos y que bien recibimos y aceptamos de los demás.
Hay alimentos saludables imprescindibles que nos proveen de más energía y los cuales no vienen de un plato balanceado.
Las calorías de un abrazo fuerte, las proteínas de un beso pausado, los Omegas de un “Aquí estoy”, la dopamina que genera inmediatamente un “Te ves increíble” y el anti cancerígeno por excelencia de la honestidad indiscutible y la fiel compañía de los amigos y familia.
Siempre acompañado por los antioxidantes que no vienen exactamente en el vino de la copa si no de la conversación con esa persona especial que te escucha y te hace sentir que ese es el momento correcto para ambos.
¡Salud!