¡Santo Señor de Chalma!
¿Aquioras pasó eso?
Este volar del tiempo me ha llevado a pensar mucho en mi abuela.
Tú no estás para saberlo pero yo tuve una gran abuela, bueno de hecho tuve dos, pero hoy te voy a hablar de una, de Doña Herminia Ordoñez de Pasantes alias mi abue, la señora de la foto.
Mi abue era una mujer sensata, con los pies en la tierra, inteligente y con visión. Tenía muchas virtudes, pero para mi tenía dos gloriosas.
Una eran sus artes culinarias, cocinaba delicioso, las mejores natillas del planeta, sin duda ninguna. A mi me enseñó a cocinar por teléfono y en 28 años no he tenido quejas, pregúntenle al Pedris.
La segunda era su capacidad de siempre tener las palabras acertadas para que te cayera un veinte, a través de un dicho.
Se sabía todos los dichos del mundo y los aplicaba con gran gracia y oportunidad, aunque a veces no te hiciera mucha gracia.
Uno de sus dichos más socorridos y que a mi me ha ayudado muchísimo en la vida es:
Todo llega y pasa.
Si, así es. Aquello que tanto anhelas llega y pasa y eso que sufres y te asusta, también llega y pasa. Una gran lección zen de desapego.
Así que, si estás feliz disfruta, porque va a pasar y si la estás pasando mal no te enganches, porque también va a pasar.
Gracias Doña Herminia por tu maravillosa vida que llegó y pasó, gracias por tu gran sabiduría que permanece y sobretodo, gracias por tus gloriosas natillas. Te llevo en mi corazón siempre.
Bendiciones para ti,
Elena Santos