Déjame te platico que tengo una plantita en mi escritorio que anda tristona, se le han caído las hojas, ya no tiene flores y cómo que anda moribunda.
Yo, que he de confesar que soy toda una mata plantitas y ninguna se me da, ando tristeando con ella.
Y mientras la contemplo en su casi agonía pienso:
¿Porque me azoto ante los ciclos de la vida?
Si finalmente, mi existir igual que el de mi planta tiene movimiento. En veces está llena de flores y de hojas, sana, viva y en veces está flacucha, pelona, en recogimiento, en obscuridad. Tomando fuerzas.
¿Por qué pretendo que la vida se mantenga estática en los días floridos?
La verdad es que los momentos complicados, de silencio, de oscuridad, de frío, de invierno, preparan la tierra, para las primaveras de gozo, de risas, de calor.
Ese es el proceso de la vida. Eso es vivir.
Las flores abren y luego se mueren y lo efímero de su vida es lo que las hace bellas, porque las flores que siempre están abiertas y jamás sueltan sus pétalos, son de plástico y esas a mi no me gustan.
¿A ti te gustan las flores de plástico o respetas los ciclos de tu vida en amor?
Bendiciones,
PS
Honrando el proceso de mi plantita, que me mostró la vida misma. La dejo morir con honores, agradeciendo lo mucho que la disfruté. RIP
Elena Santos