A mi eso de pelear no me gusta nada y además creo que no sirve más que para lastimar a los demás a menos queeeeee.
Sí, a menos que sigas estos cuatro pasitos.
1. Habla en primera persona
Todo lo que digas dilo desde el yo. A mi me pasa, yo siento..
Esto hace que te responsabilices de tu parte y puedas llegar a acuerdos, más que sólo atacar al otro.
2.Deja los absolutos
Nunca, siempre, jamás, todos, nadie…
Di puntualmente lo que pasa, hablando en específico, porque los absolutos no existen.
3.Habla de la acción no de la interpretación
Que es lo que pasa, no lo que tu interpretas que pasa. Deja de suponer, de asumir y expón concretamente lo que pasa.
4.Trata al otro como a un cliente
Cuando peleamos en familia, se nos olvida que el otro es uno de nuestros clientes más importantes. Cuando lo tratamos como tal, dejamos la emocionalidad al lado y podemos avanzar.
Pues bien, esto suena rebonito pero ¿cómo se hace?
Ejemplos de la vida real
Pelea que no sirve para nada
Pedris: Tu nunca me escuchas
Elena: Yo siempre te escucho, ¿qué te pasa? Tú eres el que nunca me escuchas.
Pelea que llega a acuerdos
Pedris: Yo muchas veces no me siento escuchado cuando te estoy hablando y tu estas en el celular.
Elena: Entiendo que no te sientes escuchado cuando yo estoy en el celular cuando tu me hablas, trataré de ya no hacerlo.
¡Qué diferencia!
La verdad es que las peleas igual que las emociones, no son ni buenas ni malas, lo que me trae consecuencias positivas o negativas es como las abordo.
Espero que estos 4 puntitos te ayuden a quitarte los guantes y llegar a acuerdos productivos. A mi me sirven.
Saludos de luz y amor y paz,
Elena Santos